La vida de Iñigo Noriega daría para cientos de relatos y películas al estilo de John Ford o John Huston. Como si fuera el esbozo, una idea, a partir del cual desarrollar un guión cinematográfico os dejamos con Río Bravo y La Sauteña. La primera imagen cuenta el inicio, la última ya es Río Bravo.
Íñigo Noriega Laso es uno de los personajes más interesantes de la inmigración asturiana a México en el siglo XIX. Su vida está inundada de incidentes, de aventuras, de contradicciones y hasta de tragedias. Amigo del presidente Porfirio Díaz (ya contaremos cómo se conocieron), se desarrolló en los negocios de una manera sorprendente, tanto que a principios del siglo XX (1906) su fortuna se calculaba en sesenta millones de pesos (de aquellos), con bienes raíces en la Ciudad de México, haciendas, minas, fábricas, bancos, etc.
El proyecto más grande de su vida fue quizás el de La Sauteña, un plan ambicioso y visionario, surgido en 1888, cuando adquirió el antiguo fundo de El Sauto, una propiedad de unas ochocientas mil hectáreas de terreno en el norte del estado de Tamaulipas en México, al que denominó La Sauteña.
Se situaba entre el río Conchos o San Fernando y el río Bravo, entre el mar y el límite con lo que era el Nuevo Reino de León.
El Sauto tiene una historia muy larga, cambio de manos varias veces hasta que, a finales del siglo XIX durante el porfiriato, la tomó en sus manos Iñigo Noriega que proyectó una ciudad industrial a la vera del ramal de ferrocarril Matamoros-Monterrey, en la Estación Ébano, con 50 familias para el poblado inicial al que, en recuerdo de su pueblo natal lo llamó Colombres. En este Colombres mexicano instaló la base de operaciones del proyecto y una magnífica edificación de tres plantas en ladrillo.
El proyecto que ideó Íñigo Noriega rompía con la forma de explotación en las haciendas mexicanas pues consistía en el aprovechamiento del enorme territorio mediante su poblamiento: con 5.000 inmigrantes europeos y 2.000 rusos, a quienes se les otorgarían parcelas para la explotación agrícola y ganadera con sistemas de regadío, aperos de labranza, dinero y una casa.
Este ambicioso plan se derrumbó en mayo de 1913, cuando tropas revolucionarias ocuparon Colombres y por ende La Sauteña. Salió de México en 1914, sus propiedades y empresas fueron intervenidas y sólo regresó en 1919 para morir un año después.
Hoy día, aquel Colombres de Íñigo Noriega es la Ciudad de Río Bravo, Tamaulipas, con una población aproximada de 100.000 habitantes.
José María García Báez
Cronista de Río Bravo
Fotografías de la Sauteña y vista aérea de Río Bravo cortesía de Enrique Esparza Peña